El ejército estadounidense está desplegando rápidamente buques de guerra y aeronaves al Medio Oriente en el contexto de la intensificación de la ofensiva israelí contra Irán.

El domingo, el presidente Donald Trump publicó en Truth Social: “IRÁN NO PUEDE TENER UN ARMA NUCLEAR… ¡Todos deben evacuar inmediatamente Teherán!”

Poco después de esa publicación, Trump se retiró de la cumbre del G7 en Canadá y voló a Washington D.C., donde ordenó reunir al personal de seguridad nacional en la sala de situación.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró: “por lo que está pasando en Medio Oriente, el presidente Trump partirá esta noche tras cenar con los jefes de Estado”.

Más temprano ese día, Trump dijo a la prensa: “tan pronto como me vaya de aquí, vamos a hacer algo”.

CNN informó que Trump se negó a firmar un comunicado conjunto del G7 que habría exigido una solución negociada a la guerra de Israel contra Irán.

El lunes, la agencia Reuters informó que el grupo de ataque del portaaviones USS Nimitz había salido del Pacífico en rumbo hacia el Medio Oriente. El Nimitz forma parte de un grupo de ataque con destructores y submarinos, y transporta más de 60 aeronaves y más de 5.000 efectivos.

Estados Unidos también envió 31 aviones cisterna de reabastecimiento, incluidos modelos KC-135 y KC-46, hacia Europa, desde donde pueden operar en los cielos del Medio Oriente.

Reuters comentó que los despliegues “sugieren que Estados Unidos está fortaleciendo considerablemente su poder aéreo para posibles operaciones sostenidas”.

La agencia citó a Eric Schouten, de Dyami Security Intelligence, quien dijo: “el repentino despliegue hacia el este de más de dos docenas de aviones cisterna de la Fuerza Aérea de Estados Unidos no es algo rutinario. Es una señal clara de preparación estratégica… este movimiento muestra que EE.UU. se está posicionando para una escalada rápida”.

Israel ha estado bombardeando implacablemente Irán desde el viernes y afirma haber logrado una superioridad aérea total tras destruir sus sistemas de defensa antimisiles. Israel utilizó las negociaciones nucleares iniciadas de manera pérfida por EE.UU. como cobertura para asesinar a importantes líderes civiles y militares iraníes, incluido un alto negociador nuclear.

EE.UU. mantiene más de 40.000 tropas desplegadas en Medio Oriente, junto a cientos de aeronaves y decenas de buques de guerra.

De manera significativa, el mes pasado Estados Unidos desplegó bombarderos B-52, capaces de portar potentes bombas anti-búnker, dentro del rango de alcance hacia Irán.

El lunes, las bombas y misiles israelíes impactaron una gama más amplia de objetivos en Irán, incluyendo un ataque contra periodistas de la agencia de noticias iraní ISNA en Teherán mientras estaban al aire. Al menos 224 personas han muerto y 1.481 han resultado heridas en Irán. Sin embargo, se considera ampliamente que estas cifras están gravemente subestimadas.

Después de la publicación de Trump, las calles de Teherán se congestionaron mientras personas trataban de evacuar pese a la escasez generalizada de combustible.

En un reporte publicado el lunes, el New York Times detalló el grado de planificación anticipada involucrado en el uso por parte de EE.UU. de bombas anti-búnker para atacar la planta de enriquecimiento de uranio profundamente enterrada en Fordo.

El Times informó que “durante los últimos dos años, el ejército estadounidense ha refinado la operación con una supervisión estrecha de la Casa Blanca. Los ejercicios llevaron a la conclusión de que una bomba no resolvería el problema; cualquier ataque contra Fordo tendría que realizarse en oleadas, con B-2 liberando una bomba tras otra en el mismo agujero. Y la operación tendría que ejecutarse por un piloto y tripulación estadounidenses”.

El lunes, el exministro de Defensa israelí Yoav Gallant pidió la destrucción completa del programa nuclear iraní durante una entrevista con CNN. “La tarea debe completarse, por Israel, por Estados Unidos”, declaró, agregando que EE.UU. tiene “la opción de cambiar Medio Oriente e influenciar al mundo”.

Durante el fin de semana, el senador Lindsey Graham, un viejo defensor de la guerra contra Irán, declaró: “si la diplomacia no tiene éxito”, instaría al presidente Trump a comprometerse al máximo para asegurar que, “cuando esta operación termine, no quede nada en pie en Irán con respecto a su programa nuclear”. Añadió: “si eso significa volar con Israel, volamos con Israel”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo en una entrevista que respaldaba el asesinato del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, afirmando: “esto no va a escalar el conflicto, lo va a terminar”.

En una declaración separada el lunes, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, reiteró el respaldo total de EE.UU. al ataque contra Irán, señalando: “Trump no nos dice que paremos”.

El hospital Imam Jomeiní en Teherán se ha convertido en un “baño de sangre”, en palabras de un médico que habló con el diario The Guardian. “Nos vimos sobrepasados por el caos y los gritos de las familias dolientes. Llegaban docenas y docenas de personas con heridas mortales, lesiones menores e incluso cadáveres”.

Agregó: “he visto a niños pequeños, adolescentes, adultos y ancianos por igual. Madres sangrando profusamente llegaban con sus hijos heridos por la metralla”. Señaló además: “no hemos tenido tiempo de comer ni beber. Me temo que después de esta mañana llegarán más cuerpos”.

En un reporte publicado el lunes, NBC News indicó que Trump fue informado de los planes israelíes durante una reunión con líderes militares en Camp David, Maryland. Un punto crítico fue la conversación entre Trump y Netanyahu el lunes, en la cual “Trump se convenció de que Israel iba a atacar y comenzó a alinear más elementos para ayudar a respaldar la ofensiva”.

NBC añadió: “poco después de esa conversación del lunes pasado, el Pentágono ordenó al Comando Europeo enviar un destructor naval frente a Israel para ayudar en la defensa, en el caso probable de un contraataque desde Teherán, uniéndose a otros dos destructores y a un grupo de ataque con portaaviones ya presentes”.

En los días previos a los ataques israelíes, EE.UU. comenzó a desviar armamento hacia Medio Oriente. El primer ministro ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró la semana pasada que 20.000 misiles antidrón estadounidenses originalmente destinados a Ucrania fueron redirigidos a Medio Oriente.

(Artículo originalmente publicado en inglés el 17 de junio de 2025)