El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, habló el lunes en Chatham House, el principal grupo de expertos en política exterior del Reino Unido, para promover un vasto rearme por parte de las potencias imperialistas europeas con el fin de preparar una guerra contra Rusia.

Durante una sesión de preguntas y respuestas, la editora del Telegraph, Danielle Sheridan, preguntó si “deberíamos ver al Canciller subir los impuestos en [la Revisión del Gasto de esta semana] para cubrir el gasto en defensa que usted considera necesario”.

Rutte fue tajante al responder: “no me corresponde a mí decidir, por supuesto, cómo pagan los países la factura”, pero “si no hacen esto, si no llegan al 5 por ciento, incluyendo el 3,5 por ciento esencial para la defensa, todavía pueden tener el Servicio Nacional de Salud, o en otros países sus sistemas sanitarios, el sistema de pensiones, etcétera, pero será mejor que aprendan a hablar ruso”.

El presupuesto para el NHS (Servicio Nacional de Salud) en Inglaterra es de 192.000 millones de libras para 2024/25. Las pensiones constituyen alrededor del 55 por ciento de todo el gasto en seguridad social y se proyecta que costarán casi 175.000 millones de libras para 2025-26. Para financiar la guerra, estos gastos son ahora considerados lujos que los gobiernos de todo signo, incluyendo el de Starmer, se disponen a destruir.

Rutte estuvo en Londres para reunirse con el primer ministro Keir Starmer tras la publicación la semana pasada de la Revisión Estratégica de Defensa (SDR, por sus siglas en inglés) del gobierno laborista. Acompañó al secretario de Defensa, John Healey, en una visita a una fábrica clave en la industria armamentística, Sheffield Forgemasters, que fabrica componentes para submarinos de propulsión nuclear y tiene contratos por 200 millones de libras bajo el programa militar AUKUS [Australia, Reino Unido, EE.UU.].

Aprovechó su discurso en Chatham House y la sesión de preguntas y respuestas para anunciar el gran aumento del gasto militar que se aprobará en la cumbre de la OTAN del 24 y 25 de junio en La Haya. Rutte, atendiendo a las exigencias del gobierno de Trump, exige que se eleve el gasto militar mínimo como condición de pertenencia a la OTAN del 2 por ciento del PIB al 5 por ciento. Esto incluiría un 3,5 por ciento en gasto militar puro y un 1,5 por ciento en “inversiones relacionadas con la defensa y la seguridad, incluyendo infraestructura y fortalecimiento de la capacidad industrial”.

La mayor acumulación militar desde 1945 fue aprobada en gran medida por las potencias de la OTAN la semana pasada, aunque el Reino Unido y España, en particular, pospusieron compromisos concretos para cumplir los plazos.

Para la mayoría de los países de la OTAN, incluyendo el Reino Unido, esto requerirá duplicar el gasto militar actual en la próxima década, lo que implica una ofensiva sin precedentes contra el nivel de vida de la clase trabajadora desde la década de 1930. El gobierno de Starmer destina actualmente el 2,3 por ciento al gasto militar y, a pesar de los compromisos de la SDR, sólo se ha comprometido formalmente a alcanzar un 2,7 por ciento del PIB para 2027-28 y el 3 por ciento en algún momento no especificado durante el próximo parlamento (que finaliza en 2034).

El Reino Unido es una de las dos potencias nucleares en el continente —junto con Francia—, por lo que el compromiso de Starmer con este aumento es clave para el plan de Rutte. Cuando se le preguntó durante la sesión de preguntas y respuestas por sus conversaciones en la Sala Blanca de Downing Street, Rutte solo comentó que había “casi consenso” entre las potencias de la OTAN sobre la propuesta del 5 por ciento. Esto lo dijo después de afirmar en su discurso: “En la cumbre de La Haya, espero que los líderes aliados acuerden gastar el 5 por ciento del PIB en defensa. Será un compromiso a nivel de la OTAN. Y un momento decisivo para la alianza”.

Alabó la SDR de Starmer como “una herramienta para fortalecer y modernizar las fuerzas armadas de Gran Bretaña y mejorar la defensa colectiva de la OTAN. El compromiso tiene un costo. Y celebro que el gobierno del Reino Unido se disponga a gastar significativamente más en defensa en el futuro”.

La próxima cumbre creará “una mejor OTAN. Una que sea más fuerte, más justa y más letal. Para que podamos mantener a salvo a nuestras poblaciones y mantener a raya a nuestros adversarios. Porque a causa de Rusia, la guerra ha regresado a Europa”.

La OTAN también enfrenta “una feroz competencia global” ya que “Rusia se ha aliado con China, Corea del Norte e Irán. Están ampliando sus fuerzas y capacidades militares”.

Rutte afirmó que “el cinco por ciento no es una cifra sacada del aire, se basa en hechos sólidos. El hecho es que necesitamos un salto cuántico en nuestra defensa colectiva. El hecho es que necesitamos más fuerzas y capacidades para implementar nuestros planes de defensa en su totalidad”.

Rusia debía ser enfrentada y derrotada, ya que “el peligro no desaparecerá aunque termine la guerra en Ucrania. Nuestras decisiones sobre gasto en defensa están impulsadas por los planes de batalla de la OTAN y sus objetivos de capacidad”.

Pasar a una postura de guerra en cada país era existencial, ya que “Rusia podría estar lista para usar la fuerza militar contra la OTAN dentro de cinco años”. Repitió una de sus afirmaciones favoritas, denunciando la “guerra no provocada de Rusia contra Ucrania”. No hizo ninguna mención de la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas que llevó a la invasión de Ucrania en 2022.

Derrotar a Rusia requerirá un rearme cuyos “detalles exactos son clasificados”, continuó Rutte, pero que exige “un aumento del 400 por ciento en defensa aérea y contra misiles”, “miles más vehículos blindados y tanques” y “millones más de proyectiles de artillería”. Las potencias de la OTAN también “invertirán en más buques de guerra y aeronaves… Para dar solo un ejemplo, los aliados de América adquirirán al menos 700 aviones de combate F-35 en total”. Estos son fabricados por el contratista militar estadounidense Lockheed Martin y cuestan entre 82,5 millones y 109 millones de dólares cada uno.

El conflicto con Rusia requería una “preparación social total”, afirmó Rutte, elogiando a Noruega y a los miembros más recientes de la OTAN, Finlandia y Suecia, por “lo que están haciendo para que toda la sociedad entienda cuál será su papel, ya sea activo o al menos no interfiriendo con los militares si estalla la guerra…”.

Una conclusión principal se desprende de la intervención de Rutte en Chatham House: la clase dominante debe intensificar de inmediato los ataques contra la clase trabajadora para pagar el rearme militar y la guerra.

Bronwen Maddox, directora y directora ejecutiva de Chatham House, preguntó a Rutte: “¿Cómo explicaría usted a las personas que dirigen ahora un gobierno democrático cómo explicar a sus votantes por qué de repente se necesita tanto dinero en defensa?”

Rutte respondió que la idea de que “después de la caída del Muro de Berlín… íbamos a tener una especie de vida grata y pacífica junto a los rusos, se ha esfumado”.

Putin, afirmó, “está en pie de guerra total” y la OTAN debe hacer lo mismo y más. “La economía [colectiva] de la OTAN es 25 veces más grande que la de Rusia. Son 50 billones de dólares, y la economía rusa es de 2 billones. Esa economía de 2 billones está produciendo cuatro veces más munición que toda la OTAN en este momento”.

Agregó que “cualquier general lo dirá: sí, drones e inteligencia artificial, etcétera, pero Mark, el núcleo de toda guerra siempre comienza con reservas de munición… Necesitamos cinco veces más sistemas para defendernos de misiles y de la amenaza aérea en general, eso supone un aumento del 400 por ciento. Se trata de inversiones gigantescas. Nuestras formaciones terrestres móviles, simplemente no son suficientes. En el Reino Unido, Alemania, en toda Europa, no tenemos suficientes. Nuestros centros de mando y control, nuestras armas de largo alcance”.

La construcción por las potencias europeas de la OTAN de una “base industrial de defensa” y el saqueo de los tesoros públicos era la única vía para que se lleve adelante el rearme. La SDR de Starmer fue un paso adelante “pero también hay que asegurarse de poder producir los grandes elementos clásicos de defensa”.

(Artículo originalmente publicado en inglés el 11 de junio de 2025)