Una redada de inmigración en Home Depot, Paramount, provoca un enfrentamiento de varias horas entre la comunidad obrera y matones de la CPB
Por segundo día consecutivo, se están llevando a cabo importantes protestas entre la Gestapo de inmigración y la comunidad en general en el sur de California en respuesta a las continuas redadas federales dirigidas a trabajadores inmigrantes y sus familias en todo el condado de Los Ángeles.
Al momento de escribir este artículo, se mantiene un enfrentamiento entre agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, todas las siglas en inglés) y manifestantes en el bulevar Alondra, frente al centro empresarial Paramount.
A pesar de las reiteradas afirmaciones de la alcaldesa demócrata Karen Bass y del Departamento de Policía de Los Ángeles de que la policía local no está involucrada en las redadas, decenas de policías del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) han sido desplegados para cerrar el paso elevado de la I-710 en un intento de aislar la protesta en curso.
Reporteros del World Socialist Web Site también fotografiaron a los agentes policiales del condado de Los Ángeles en el lugar, ayudando a la Gestapo de inmigración en control de multitudes.
El condado de Los Ángeles es el condado más poblado de Estados Unidos, con casi 10 millones de habitantes, de los cuales más de 3,4 millones nacieron fuera del país. Se hablan más de 220 idiomas en el condado, lo que genera aproximadamente el 3.5 por ciento del producto interno bruto total de Estados Unidos, la mayor cantidad de cualquier condado.
Paramount es una ciudad de clase trabajadora en el condado de Los Ángeles, con más de 54.000 habitantes. Se encuentra al sureste del centro de Los Ángeles y colinda con Compton, Lynwood y Bellflower.
Los agentes federales han disparado cientos, si no miles, de cartuchos de gas lacrimógeno por todo el vecindario, cubriendo la zona con nubes blancas de humo que están obligando a los residentes a evacuar sus hogares. Varias personas han sufrido lesiones graves debido al gas lacrimógeno y las balas de goma disparadas por los agentes.
Uno de los heridos por la Gestapo de inmigración habló con la reportera del WSWS, Kimie Saito, con la cabeza envuelta en vendas blancas manchadas de sangre. El joven dijo que salió a protestar por las redadas y que una bala de goma le dio en un costado de la cabeza.
Los reporteros del World Socialist Web Site que se encontraban en el lugar también fueron alcanzados por gases lacrimógenos y balas de goma, a pesar de no hacer nada más que documentar la ofensiva fascista. A pesar del humo picante, los manifestantes continúan denunciando a los “nazis de ICE” y les han ordenado repetidamente que abandonen la comunidad.
El enfrentamiento de varias horas entre manifestantes y agentes comenzó el sábado por la mañana después de que la Gestapo de inmigración intentara detener a un grupo de jornaleros frente a Home Depot.
A medida que las imágenes de los agentes de la CPB comenzaron a difundirse en redes sociales, manifestantes, miembros de la comunidad y reporteros respondieron congregándose en el estacionamiento de la tienda. En respuesta, agentes de Seguridad Nacional fuertemente armados comenzaron a agredir a los manifestantes. Informes no confirmados indican que al menos dos personas fueron arrestadas.
Durante la redada y la protesta, agentes federales, incluyendo alguaciles estadounidenses y agentes de la CPB, dispararon miles de balas de goma, gas pimienta y granadas de gas lacrimógeno contra manifestantes, transeúntes y observadores, en su gran mayoría pacíficos. A pesar de la violencia policial, los manifestantes se mantienen firmes frente a los agentes gubernamentales militarizados y enmascarados que detienen a trabajadores, familiares y amigos.
En un momento dado, los manifestantes en el bulevar Alondra Este intentaron impedir que un autobús blanco del Servicio de Alguaciles de EE.UU. cruzara el paso elevado. Se observó a agentes del Departamento de Seguridad Nacional fuertemente armados lanzando granadas de gas lacrimógeno y disparando municiones “menos letales” contra los manifestantes mientras el autobús aceleraba, casi aplastando a varias personas.
El mes pasado, se informó que el subjefe de gabinete de Trump en la Casa Blanca, Stephen Miller, exigió a ICE que comenzara a realizar redadas en la tienda de artículos para el hogar y jardinería, exigiendo: “¿Por qué no están en Home Depot? ¿Por qué no están en 7-Eleven?”. El sábado, Miller retuiteó un video de una gran multitud de manifestantes rodeando el centro de detención federal el viernes, describiéndolo como “una insurrección contra las leyes y la soberanía de Estados Unidos”.
El viernes, CBS News, citando a los abogados de los inmigrantes detenidos en el centro, informó que los trabajadores y sus familias se encuentran recluidos en un sótano oscuro, sin camas y con “acceso limitado” a comida y agua.
Reportera del World Socialist Web Site fue alcanzad a por una bala de goma mientras cubría una redada de inmigración en Paramount, California
El sábado, Kimie Saito, reportera del WSWS y miembro del Partido Socialista por la Igualdad desde hace mucho tiempo, recibió un impacto de bala en la espalda disparado por la Gestapo de inmigración estadounidense.
Saito, quien cumplirá 74 años el próximo mes, ha sido una miembro destacada del PSI durante más de 50 años. Además de luchar por la revolución socialista mundial, Saito es maestra de primaria jubilada y madre devota.
Saito recibió un disparo en la espalda mientras cubría legalmente una protesta militante contra las redadas de inmigrantes en Paramount, California. Al momento de escribir este artículo, los manifestantes y los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CPB) continúan en un enfrentamiento.
Las balas de goma, las balas de pimienta, las balas de perdigones y otros proyectiles cinéticos utilizados por las agencias policiales se comercializan como “menos letales”, pero un metaanálisis de 2017 realizado por el British Medical Journal reveló que al menos 53 personas han muerto por lesiones sufridas con balas de goma. De las 2.135 lesiones por balas de goma analizadas en el estudio, el 71 por ciento se clasificaron como “graves”.
Las lesiones causadas por balas de goma, según se documenta en el estudio, incluyen hemorragias internas, traumatismos oculares que resultan en ceguera permanente y fracturas óseas, incluyendo fracturas de cráneo que pueden provocar hemorragia cerebral.
En 2024, LaToya Ratlieff, de 38 años, recibió una indemnización de $2 millones de la ciudad de Fort Lauderdale tras sufrir graves daños oculares tras ser alcanzada por una bala disparada por un agente del departamento de policía de Fort Lauderdale. El impacto no solo le rompió la cuenca del ojo derecho, sino que también le provocó daño permanente en el nervio y una cicatriz en la frente.
En una entrevista con el WSWS, Saito dijo que se encontraba a una cuadra del Home Depot, donde se llevaron a cabo las primeras redadas de inmigración, cuando los agentes policiales comenzaron a disparar gases lacrimógenos y balas de goma “en todas direcciones”.
Saito estaba con su compañera reportera del WSWS y miembro del PSI, Liz Cabrera, cuando los agentes policiales comenzaron a disparar contra la multitud. “Empezamos a correr”, dijo Saito, “y sentí que algo me impactó la espalda”.
Cabrera dijo que no pudieron acercarse al Home Depot debido a la abrumadora cantidad de gas lacrimógeno.
“Había tanto gas lacrimógeno que era difícil respirar”, dijo Cabrera. “Lo sentíamos en los labios y la cara incluso con las mascarillas puestas”.
Saito se está recuperando actualmente. Fue una de las varias personas alcanzadas por balas de goma y botes de gas lacrimógeno el sábado en Paramount. Se desconoce cuántas personas han resultado heridas en el ataque policial.
Redadas antiinmigrantes de estilo militar en Los Ángeles provocan protestas masivas y represión violenta
El viernes se llevaron a cabo en toda el área metropolitana de Los Ángeles redadas antiinmigrantes generalizadas, coordinadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración para el Control de Drogas (DEA). Estas redadas provocaron protestas en toda la ciudad y numerosos altercados violentos entre agentes federales fuertemente armados y manifestantes desarmados, convirtiendo muchas zonas de la ciudad en una zona de guerra.
Las redadas, que comenzaron el viernes por la mañana, se centraron en numerosos puntos del centro de Los Ángeles, incluyendo el Distrito de la Moda, el Distrito de Westlake, el Sur de Los Ángeles y Cypress Park, zonas conocidas por su gran población inmigrante y sus industrias con alta demanda de mano de obra.
Se realizaron múltiples redadas en tiendas de ropa al por mayor como Ambiance Apparel y otros negocios en el Distrito de la Moda del centro. Al menos dos tiendas Home Depot, donde se congregan los jornaleros para trabajar, y otros negocios fueron atacados en West Lake, incluyendo otros centros de jornaleros y una tienda de donas. Otra tienda Ambiance Apparel fue allanada en el sur de Los Ángeles y Home Depots en el barrio de Cypress Park.
También se vio a agentes del ICE cerca de una escuela en Koreatown, lo que generó temor y confusión entre estudiantes y familias. Connie Chung Joe, directora ejecutiva de Asian Americans Advancing Justice Southern California, declaró haber recibido un aviso de que agentes del ICE “iban a una escuela en Koreatown”, pero aún no está claro si los agentes del ICE entraron en alguna escuela.
En el distrito de la Confección y la Moda del centro, cerca de la calle 9 y Towne, los trabajadores fueron arrastrados y arrojados a camionetas blancas sin identificación. Activistas en camionetas leyeron instrucciones por altavoz a los detenidos dentro del almacén de Ambiance Apparel, informándoles de sus derechos. Los manifestantes intentaron impedir la salida de la caravana de vehículos, pero finalmente fueron dispersados con gas pimienta. En un video se ve a agentes viajando en la parte trasera de vehículos militares mientras los manifestantes les gritan que se vayan, arrojando objetos y denunciando a los agentes como “fascistas” y “cerdos”.
En el sur de Los Ángeles, se produjo una manifestación en la calle 15 y la avenida Santa Fe en respuesta a la detención de trabajadores de Ambiance Apparel. Oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) establecieron una línea de escaramuza y agentes antidisturbios atacaron a la multitud con gas pimienta y granadas aturdidoras para dispersar a los manifestantes que impedían la salida de los vehículos con los trabajadores inmigrantes detenidos. Al menos un manifestante recibió atención médica por haber sido rociado con gas pimienta tras ser derribado al suelo y detenido a la fuerza.
Las redadas provocaron rápidamente protestas que alcanzaron a unas 500 personas, que se congregaron frente al Centro de Detención Metropolitano en el centro de Los Ángeles y el Edificio Federal de Los Ángeles, contiguos. Se solicitó la presencia de agentes federales y antidisturbios para dispersar a la multitud.
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El camino adelante en la lucha contra los ataques de Trump a los inmigrantes
Cada día en Estados Unidos, patrullas de migración militarizadas, fuertemente armadas y enmascaradas, usualmente sin órdenes de un juez ni la pretensión de seguir el debido proceso, están capturando a trabajadores, estudiantes, padres y residentes desde hace mucho tiempo del país como parte de la campaña en marcha de deportaciones masivas del presidente Donald Trump.
Con el pretexto de combatir el “terrorismo” y las “bandas criminales”, las redadas en curso se dirigen abrumadoramente contra los trabajadores y sus familias, muchos de los cuales han solicitado asilo y completado todos los requisitos legales para buscar residencia en los Estados Unidos.
En los primeros 100 días del segundo mandato de Trump, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, todas las siglas en inglés) informó que arrestó a 66.463 personas y deportó a 65.682. A mediados de mayo, casi 49.000 personas estaban detenidas en centros de detención de inmigrantes, la mayoría de ellos administrados por firmas privadas con fines de lucro, repartidos por todo Estados Unidos.
Para cumplir con una cuota impuesta por la Casa Blanca de 3.000 arrestos por día, establecida por el asesor principal de mentalidad fascista de Trump, Stephen Miller, agentes de inmigración enmascarados aparecen en tribunales, lugares de trabajo y otros espacios públicos para capturar inmigrantes “ilegales”.
Si su “objetivo” no está presente, se alienta a la Gestapo de inmigración a llevar a cabo “arrestos colaterales”, deteniendo a cualquier persona con la que se encuentren y que sospechen que es “ilegal”, independientemente de si esa persona era el objetivo previsto.
En línea con estas directivas, el derechista New York Post, propiedad de News Corp de Rupert Murdoch, informó que “2.200 inmigrantes ilegales” fueron arrestados en un solo día el martes. Esto se produjo después de una conferencia de prensa del director interino de ICE, Todd Lyons, quien se regodeó de que los agentes de inmigración habían detenido a 1.461 personas en Massachusetts solo en mayo como parte de la “Operación Patriota”.
Trump y sus aliados de la clase dominante han afirmado repetidamente que aquellos que son objeto de deportación son la punta de lanza de una fuerza invasora que busca destruir Estados Unidos. Es algo que se desmiente todos los días.
El miércoles, CNN informó que el Gobierno de Trump está reviviendo su notoria política de separación de niños y ya ha tomado a aproximadamente 500 niños bajo la custodia del Gobierno, eliminándolos de los patrocinadores familiares previamente examinados. Durante el primer mandato de Trump, más de 5.500 niños fueron separados de sus padres como una medida cruel e inhumano para disuadir a los inmigrantes y solicitantes de asilo. Para 2024, según Human Rights Watch, más de 1.000 de esos niños aún no se habían reunido con sus familias.
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(Artículo publicado originalmente en inglés el 7 de junio de 2025)